viernes, 24 de julio de 2009

De Londres, 1º) B

Y si su mover o su parar
no enloqueciera mi estar,
lloraría de alegría
a cada caminar.

Si sus besos o su piel
pudiera devorar
¿Qué más,
habría de desear?

Quizás sea solo pura obsesión.
Nunca se qué siento ni yo.

Y sin embargo,
falsa o cuerda tribulación,
me atenaza siempre
una horrible desazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario