miércoles, 9 de septiembre de 2015

Esto debería acabar aquí, Prólogo

¿Cuándo vas a salir?
¿De dónde has llegado?
Cómo una silvestre princesa
de feérica nobleza,
y pechos exquisitos,
de voz dulce,
y boca de delirio,
necesito comprobar tu boca,
necesito profanar tu templo.
Pero tu conocimiento es prohibido,
Y  ¡Ay de nosotros! Si nos saltamos la veda.
¿Y acaso lo merezco?
¿Y acaso no me destruirías si puediera alcanzarte?
Como una ciudad prohibida, como un vergel oculto, como una forma de belleza extinta.
Maldita hada prohibida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario