A veces palidezco por dentro,
cuando de reojo te veo sin mirarte,
e intento adivinar qué gesto
ocupa tu desconocida cara.
Otras veces siento como me retuerzo,
cuando en mi cabeza, adentro,
acaricio tu cuerpo sin tocarte.
A veces creo que eres un recuerdo,
tan dulce, como solo lo hace el tiempo,
tan lejano, como para solo admirarte.
Finalmente, me parece que por mucho que especule,
no habré de catarte.
jueves, 22 de octubre de 2009
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=) Me encanta
ResponderEliminarLo siento he estado leyendo tus posts y aún no encontré nada que no me guste