Cabalgaría tu pelo
desde el alba hasta el ocaso,
que aquí significa
besarte la cabeza
y comerte el coño
¡Pasando por los sobacos!
Que eres bella y silvestre,
como feroz centauro,
y que imponente imagen eqüestre
te llena de exótico encanto.
A veces,
vaga y
esquiva,
comolasombradeunarbol
largo, verde, espigado,
pero ni la mitad que tú de campo.
Pero cuando me invitas,
como un feérico círculo de setas,
haces que pierda
el sentido
la cabeza,
y me explota la bragueta.
sábado, 12 de diciembre de 2015
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