Porque en mi ego,
me ofrezco una y mil veces
a rescatarla;
cuando ella sabe de sobra,
que me saca más de mil
armas.
Y aún así en mi pequeñez,
todo le ofrezco
(lo que soy, lo que sé)
por ver si al menos...
Al menos le ayudo una vez.
viernes, 11 de diciembre de 2015
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