Y miro y acaricio las flores.
Y todas ellas las inhalo por raciones,
pero arranco solamente esa orquídea azul,
esa orquídea mata corazones,
que disuade y pulveriza en llamas
pensamiento, calma y razones
que yo sé que tras esas tus tretas de orquídea,
se esconden pureza y temor,
se esconde sólo una niña.
E igualmente sé que tras estos versos de cordero
se esconden colmillos de lobo;
se esconde comértelo entero.
miércoles, 19 de octubre de 2016
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