No necesito follarte,
para hacerte el amor,
a la vez que puedo follarte,
y que el amor
no lo veas ni en estampa.
Puedo destrozarte,
y dejar rojo e hinchado
el huerto de tu sexo,
o puedo
respetar tu casto catolicismo.
Disfruto
cuando lo hacemos como un matrimonio anciano:
tú o yo encima,
nuestros ojos besándose,
mi beso e tu boca,
y
Disfruto
cuando como salvajes,
te rompo contra un árbol,
o me quebrantas sobre la tierra mojada.
Pero
¿a dónde lleva todo esto?
¿se queda ahí?
¿O tendrá que ir a algún sitio?
miércoles, 19 de octubre de 2016
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