domingo, 9 de agosto de 2009

De Badajoz, 5º)

Mirarla, furtivo,
tener que ocultarlo.
Mirarla, esconderlo,
no poder mostrarlo.

Su pelo, enredado,
en su dedo, en su labio.
Sus ojos, perdidos,
en el vacío, con su encanto.
Su boca, sus dientes,
que adoro, que me enloquecen.

Toda ella, perfecta;
su imagen, que tanto me afecta.
Su esencia, me embriaga,
su magnetismo...
me atrapa.

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