Tan cerca que casi se tocan,
y sin poder rozarse,
tan cerca que su aroma quema,
es suicidarse.
Sentir su aura,
casi superpuesta a la mía,
sentirla cerca,
sentir su poesía.
Como el oasis,
espejismo del desierto,
como el tormento,
infinito de los infiernos,
como tratar en vano
de hablar sin boca,
reventar,
si nuestras pieles no se tocan.
martes, 4 de agosto de 2009
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