lunes, 11 de julio de 2011

Salvajismo, #1

Abran mi hueso, y cuando fluya rojo como desespero,
de un muerdo profundo y lloren mi llanto.

Si me dieran un abrazo cada vez que lo necesito,
sería un dibujo animado, o tal vez dos, pero nunca yo mismo.

Por eso soy real.
Porque soy feo, porque sufro, porque lloro, porque huelo mal,
y por supuesto y sobre todo, porque no quiero serlo.

Pero, ¿quién soy yo para opinar?

Pasa una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez,
pasa,
y lo ves pasar.

¿Pero puedes decir que el quejido profano que alzas en las ruinas de tu Templo surge de ti?

¿Puedes?
¿Puedes?
¿Puedes?

Del rojo manar crecen flores,
y son tan bellas,
que el blanco y el verde forjan capilares débiles.

Olvidas.
Olvidas lágrimas. Olvidas llantos. Olvidas pesares. Olvidas besos. Olvidas abrazos. Olvidas caricias.

Olvidas.
Y al final no queda nada de ti.

El polvo gris y sucio se hace uno con la nieve del televisor.
Rayas erráticas llenas de mensajes ocultos, atados a tu alma.

La culpa es nuestra
Nosotros la hicimos.

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